Declaração se deu na tradicional
conversa com os seguidores em frente ao
Palácio da Alvorada, a primeira após a
prisão de Fabrício Queiroz. Na quinta, o
presidente se manteve em silêncio, e
desta vez, conversou, mas fugiu do tema
de prisão do ex-assessor
Brasil superó a Reino Unido y se
convirtió este viernes en el segundo
país con mayor número de muertes por
Covid-19 al alcanzar los 41.828
fallecidos, con muchas regiones del país
inmersas ya en una cuestionada
desescalada pese a la aún fuerte
propagación de la enfermedad
Às três da tarde desta quinta-feira,
primeiro dia de reabertura dos centros
comerciais de São Paulo após a fase mais
rígida da quarentena, já havia gente
esperando às portas do shopping Tatuapé
uma hora antes do horário previsto—os
estabelecimentos só podem funcionar
entre as 16h e as 20h—. Aos menos 250
pessoas faziam fila para entrar no
popular centro de compras da zona leste
da cidade. Eram famílias com crianças,
casais e grupinhos de jovens que, embora
com receio pelas mais de 5.000 mortes
registradas na cidade por covid-19,
aproveitaram a oportunidade para
resolver pendências ou simplesmente
matar a saudade do bastião de lazer da
maioria dos brasileiros. A atração pelos
shoppings derrotou o medo da doença cujo
total de mortos nacionais passou de
40.000 nesta sexta-feira.
Capital se aproxima dos 5.000 óbitos em
decorrência da covid-19. Prefeitura
garante que sistema de saúde não
colapsará com reabertura de
imobiliárias, lojas e shoppings a
partir desta quarta
Los gobiernos de Latinoamérica hablan de
volver a la normalidad como si el virus
ya fuera historia, pero la enfermedad
sigue al alza en la región, nuevo
epicentro mundial. Los picos de
contagios se esperan en julio y se teme
el colapso de sus débiles estructuras
hospitalarias. Mientras en Europa y Asia
los casos decrecen, dos países del
continente, Brasil y México, lideran los
fallecimientos diarios en el planeta,
sobrepasando el millar.
En estos países sus mandatarios
reaccionaron tarde a la pandemia, como
el mexicano Andrés Manuel López Obrador,
o simplemente no reaccionaron, como el
negacionista brasileño Jair Bolsonaro.
La OMS está muy preocupada por Brasil,
que tiene el epicentro en São Paulo: con
210 millones de habitantes, es el país
más poblado de Latinoamérica y el quinto
del mundo, pero ya es el segundo del
globo en contagios tras EE.UU. y por
encima de Rusia, con la salvedad de que
los norteamericanos llevan realizados
veinte veces más tests que los
brasileños.
López Obrador: “No mentir, no robar, no
traicionar, eso ayuda mucho para que no
dé el coronavirus”
Por ello es más elocuente mirar la cifra
de fallecidos. Con 32.548 muertos, según
los últimos recuentos, es solo cuestión
de horas que Brasil supere a Italia en
la tercera posición de este indeseable
ranking mundial. Aunque el índice de
muertes por millón de habitantes sigue
siendo bajo (153) –España tiene 580–,
los contagios en el gigante sudamericano
escalan aceleradamente, ayudados por los
mensajes de desprecio al virus de
Bolsonaro.
“Lamento todos los muertos, pero es el
destino de todo el mundo”, dijo esta
semana el presidente brasileño, apoyado
ciegamente por una tercera parte de la
población, lo que incide en que muchos
brasileños no respeten las cuarentenas
impuestas por los gobernadores de cada
estado, ante la negativa del mandatario
a restringir actividades a nivel
federal. El propio Bolsonaro ha tomado
por costumbre darse baños de masas cada
fin de semana en Brasilia, participando
en manifestaciones en su apoyo: el
domingo pasado se subió a un caballo,
sin mascarilla y sin respetarlas
distancias.
Brasil lleva tres semanas sin ministro
de Salud y no parece que Bolsonaro tenga
prisa en nombrar uno. Tras la dimisión
de Nelson Teich que, al igual que su
predecesor, Luiz Henrique Mandetta, dejó
la cartera por la actitud del
mandatario, el ministerio sigue
provisionalmente en manos de un militar,
el general Eduardo Pazuello.
Otro caso es México. Aunque tarde, el
izquierdista López Obrador apoyó las
medidas de confinamiento, pero durante
toda la crisis ha enviado mensajes
erráticos y, en ocasiones, tan
esperpénticos como los de Bolsonaro. Con
125 millones de habitantes, el segundo
país más poblado de Latinoamérica superó
esta semana el millar de muertos en un
día y ya acumula 11.729 fallecimientos;
séptimo en el listado mundial tras
España, aunque con 91 fallecimientos por
millón de habitantes. Los casos
confirmados pasan de los 100.000 pero
con poquísimos tests, la tercera parte
que en Brasil.
Con epicentro en su capital, México tuvo
el miércoles 1.092 muertos, causando
alarma pues el día anterior habían sido
medio millar.
López Obrador salió ayer a
desdramatizar, alegando que el abultado
salto se debió a “un ajuste en
defunciones que se habían presentado con
anterioridad y no se habían registrado”.
El presidente mexicano acusó a la prensa
de “amarillismo” y pidió no “alarmarse”
y “que no haya psicosis”. Contradiciendo
la tendencia, el líder mexicano sostiene
que el virus disminuye y es partidario
de reabrir paulatinamente las
actividades, lo que llama “nueva
normalidad”.
No obstante, López Obrador dejó claro
que “no se trata de relajar la
disciplina, se trata de seguirnos
cuidando, de seguir manteniendo la sana
distancia, de no salir de la casa si no
es para lo indispensable”. Y el
mandatario, además de los consejos
habituales de lavarse las manos y
mantener las distancias, ofreció ayer,
en su tradicional rueda de prensa
matutina, otras indicaciones para
prevenir la propagación de la pandemia.
“Estar bien con nuestra conciencia, no
mentir, no robar, no traicionar, eso
ayuda mucho para que no dé el
coronavirus”, aseguró.
Perú también preocupa por el aumento
exponencial de contagios, al igual que
Ecuador, donde también se flexibiliza la
cuarentena a pesar de que la directora
regional de la OMS, Carissa Etienne,
reiteró su llamamiento a los gobiernos
para “pensarse dos veces” la reapertura
de actividades económicas para paliar la
otra pandemia, la del hambre. La
aceleración en Chile también es
alarmante, pues esta semana se está
acostumbrando a cifras superiores a 80
muertos diarios.
El director general de la OMS, Tedros
Adhanom Ghebreyesus, se mostró
“especialmente preocupado por Sudamérica
y Centroamérica, donde muchos países
están viendo la aceleración” y donde “el
número de casos diarios es más alto que
en todo el resto del mundo”.
Novo coronavÃrus começa a migrar para
regiões Sul e Centro-oeste, mostram
registro de casos e de sÃndrome
respiratória grave. Universidade de
Oxford inclui paÃs em teste de vacina
Partidarios y detractores del presidente
brasileño, Jair Bolsonaro, se
enfrentaron este domingo en violentos
disturbios que mezclaron las crisis
política y sanitaria que vive Brasil,
uno de los países...
O contingente de novos casos bateu novo
recorde, somando 33.274 notificações
nas últimas 24 horas e número de
óbitos já chega a 28.834. Bolsonaro,
mais uma vez, provoca aglomeração
En dos semanas, el número de personas
negras que ha muerto por coronavirus se
ha multiplicado por cinco. Entre la
población blanca, por tres.Brasil,
desbordado por el coronavirus
El Brasil, l'estat de l'Amèrica Llatina
on les xifres de morts per culpa del
covid-19 creixen més ràpid, amb més de
mil morts diaris, ha viscut un nou
escàndol protagonitzat pel seu
president, Jair Bolsonaro, després de la
publicació d'un vídeo d'un consell de
ministres en què insulta els presidents
de diferents estats regionals, afirma
que li agradaria armar part de la
població i deixa clar que no permetrà
als jutges investigar la seva família.
Els partits de la oposició ja han
denunciat que aquest vídeo hauria de
permetre acusar el president de delictes
d'abús de poder.
El vídeo correspon a una reunió
ministerial celebrada el 22 d'abril
passat, dos dies abans de la renúncia
del ministre de Justícia Sérgio Moro,
que va acusar-lo d'ingerències
"il·legals" sobre agents de la Policia
Federal, organisme autònom de l'estat
brasiler. La Fiscalia va iniciar una
investigació sobre aquests suposats
abusos de poder de Bolsonaro després de
les paraules de Moro, i dins de la
investigació va exigir aquest vídeo, que
ara ha arribat a la premsa. A la reunió,
Bolsonaro es queixa per la persecució de
la seva família, indignat per no rebre
informació de la policia.
En les seves acusacions, Moro va
insinuar que Bolsonaro volia canviar la
direcció de la Policia Federal a Rio de
Janeiro perquè estaven investigant dos
dels seus fills per un delicte de
corrupció: "Ja vaig intentar canviar la
gent de seguretat de Rio de Janeiro
oficialment i no ho vaig aconseguir. I
ja n'hi ha prou. No puc quedar-me quiet
esperant que donin pel sac la meva
família o els meus amics només perquè no
puc canviar algú de seguretat. Els penso
canviar. Si no els puc canviar, canviaré
els seus caps. No puc canviar el cap?
Doncs canvio el ministre", afirma
Bolsonaro al vídeo, dirigint-se a Moro,
que va renunciar 24 hores més tard.
Moro, el jutge que va empresonar
l'anterior president, el socialista Lula
da Silva, ha passat de ser aliat a
opositor de Bolsonaro.
L'escalada de contagis de covid-19 posa
l'Amèrica Llatina contra les cordes
L'escalada de contagis de covid-19 posa
l'Amèrica Llatina contra les cordes
Durant la reunió van ser tractats molts
altres assumptes, amb tot tipus
d'insults contra adversaris polítics,
especialment els governadors de São
Paulo, João Doria, i Rio de Janeiro,
Wilson Witzel, a qui Bolsonaro defineix
com "aquestes merdes" per no fer-li cas
en la lluita contra el covid-19. Els dos
governadors han acusat Bolsonaro de
provocar centenars de morts per no
prendre's seriosament la pandèmia.
També van ser objecte d'insults els
magistrats del Tribunal Federal Suprem
(STF), que han considerat
inconstitucionals algunes de les mesures
adoptades pel govern. El ministre
d'Educació, Abraham Weintraub, afirma al
vídeo que, si fos per ell, "posaria tots
aquests captaires a la presó, començant
per l'STF". En el seu retorn al palau de
l'Alvorada, la residència presidencial,
Bolsonaro ha declarat que la divulgació
d'aquest vídeo no ofereix cap prova
seriosa sobre una suposada
"interferència en la Policia Federal".
En un moment del vídeo, Bolsonaro arriba
a defensar que, si cal, li agradaria
donar armes a la població per
defensar-lo.
El telèfon de Bolsonaro, clau
En el marc d'aquesta investigació, el
magistrat Celso de Mello va demanar
aquest divendres a la Fiscalia que
analitzi la possible necessitat que
siguin confiscats els telèfons mòbils
del president i d'un dels seus fills,
Carlos, que és regidor a Rio de Janeiro,
sobre la base d'algunes notícies
publicades en mitjans locals. La policia
investiga donacions il·legals al partit
de Bolsonaro i moviments de diners del
fill del president. I també si va rebre
una filtració de la policia per
advertir-lo que seria investigat.
12 Sao Paulo - Los contagios se disparan en Brasil ante la pasividad de Bolsonaro.El alcalde de São Paulo alerta de que las UCI han llegado al 90% de su capacidad
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro,
volvió a reunir el pasado domingo a sus
partidarios frente al palacio de
Planalto, en Brasilia. Esta vez llevaba
mascarilla, pero no dudó en acercarse a
los manifestantes y cargar en brazos a
varios niños. A juzgar por la estampa,
nadie pensaría que la pandemia de
coronavirus se encuentra fuera de
control en Brasil. Pero los números y
los expertos dicen lo contrario.
El sábado, el gigante latinoamericano se
convirtió en el cuarto país más afectado
por la Covid-19 y, tan solo un día
después, se acercaba peligrosamente al
tercer puesto.
El exministro de Salud denuncia que
alertó al presidente del elevado número
de muertes: “Nada es una sorpresa”
Brasil registró 7.938 nuevos casos de
coronavirus este domingo, por lo que el
total de contagiados llegó a 241.080
–pese a que hay expertos que apuntan a
que la cifra real podría ser mucho
mayor–. Si la tendencia se mantiene, el
país superará en breve al Reino Unido
(que ha registrado 244.995 casos) y a
Rusia (con 281.752) y será el segundo
país con más contagiados, tan solo
superado por Estados Unidos
(1.478.241).
Las previsiones indican que los
contagios y las muertes (16.118 hasta la
fecha) seguirán creciendo de forma
exponencial en este país de 210 millones
de habitantes y que el pico de la
enfermedad no llegará hasta dentro de
semanas, mientras que en casi todos los
países europeos hay una
desaceleración.
Pero nada de esto parece alterar los
ánimos del líder ultraderechista, que en
un mes ya ha perdido a dos ministros de
Salud. En unas declaraciones durante la
manifestación, volvió a criticar las
medidas de distanciamiento social
adoptadas por los gobiernos regionales y
municipales para combatir el avance de
la Covid-19 y defendió la normalización
de la actividad económica.
El alcalde de São Paulo, la mayor urbe
del país, Bruno Covas, admitió el
domingo que los hospitales de la ciudad
están “al borde del colapso” por la
creciente demanda de camas y que estudia
la posibilidad de decretar la cuarentena
total. Las camas del sistema público de
salud con unidades de cuidados
intensivos han llegado a una ocupación
del 90 % y las de enfermería a un 76% en
una ciudad de más de 12 millones de
habitantes. El estado de São Paulo, el
más poblado del país con 46 millones de
habitantes, es el principal foco de la
epidemia.
En una entrevista en el diario Folha de
São Paulo , el exministro de Salud Luiz
Henrique Mandetta, destituido en abril
por sus divergencias con el presidente
en torno a la estrategia para combatir
el virus, afirmó el lunes que le alertó
sobre la gravedad de la pandemia.
“Teníamos nuestros estudios de
escenarios de números de casos y
muertes. Nada de lo que está ocurriendo
hoy es sorpresa para el Gobierno”,
afirmó el exministro, cuyo sucesor,
Nelson Teich, renunció el pasado viernes
igualmente por divergencias con Jair
Bolsonaro. “El ministerio es hoy una
nave sin rumbo”, aseguró.
El líder ultraderechista es uno de los
gobernantes más escépticos sobre la
gravedad de la pandemia.
Ha llegado a calificar la Covid-19 de
“gripecita” e insiste en criticar las
medidas de distanciamiento
social adoptadas por gobiernos
regionales para frenar su avance.
“Claramente consideraba que la crisis
económica proveniente de la salud era
inaceptable por más que lo alertáramos
de que era una enfermedad muy seria”,
aseguró el exministro.
De acuerdo con Mandetta, la insistencia
de Bolsonaro en forzar el uso de
cloroquina para tratar a los pacientes
contagiados puede provocar muchas más
muertes, ya que se trata de una medicina
cuya eficacia no ha sido comprobada y
con graves efectos colaterales, como
arritmia cardíaca. Según el exministro,
la intención de Bolsonaro con su apuesta
por este controvertido medicamento es
que los brasileños piensen que pueden
volver al trabajo porque ya existe un
remedio para el coronavirus.
“Es algo para tranquilizar, para
recuperar la normalidad sin tanto peso
en la conciencia. Si tuviera lógica de
asistencia, la idea habría partido de
las sociedades especializadas”, dijo.
El Brasil es consolida com l'epicentre
de la pandèmia a l'Amèrica Llatina
mentre Bolsonaro ataca els governadors i
el ministre de Salut dimiteix en plena
crisi
El sistema sanitari brasiler està a punt
d'arribar al col·lapse. 13.993 persones
han mort al país pel coronavirus, i la
taxa de mortalitat és de 66 persones per
cada milió. El ministre de Salut ha
dimitit aquest divendres sense ni tan
sols haver complert un mes en el
càrrec.
Els països europeus han començat a
doblegar la corba de la Covid-19 després
de mesos de confinament. Però el Brasil,
amb més de 800 morts diaris, i gairebé
203.000 casos diagnosticats, es confirma
com l'epicentre de la pandèmia a
l'Amèrica Llatina.
L'augment geomètric de defuncions a
causa del SARS-CoV-2 ha obligat les
autoritats a buscar solucions per donar
un repòs definitiu a les víctimes.
Enterraments massius de víctimes de la
Covid-19 al cementiri de Vila Formosa, a
Sao Paulo
Enterraments massius de víctimes de la
Covid-19 al cementiri de Vila Formosa, a
Sao Paulo (Reuters/ Amanda Perobelli)
Ja està en marxa el primer cementiri
prefabricat de la ciutat. L'anomenen
"cementiri vertical" i consisteix en
estructures lleugeres de sis nínxols
d'alçada i 20 d'amplada. Les estructures
es poden muntar en qüestió d'hores i es
poden ampliar tant com convingui. Els
taüts estan fets amb materials
reciclats.
Dos operaris transporten un taüt
prefabricat amb materials reciclats
Dos operaris transporten un taüt
prefabricat amb materials reciclats
(Reuters/Amanda Perobelli)
La pandèmia continua expandint-se de
forma exponencial al Brasil, un país amb
210 milions d'habitants. Les autoritats
sanitàries preveuen que el pic de la
Covid-19 arribarà en les pròximes
setmanes.
L'estat de Sao Paulo, el més ric i que
té una població de 46 milions de
persones, registra ja més de 4.300
defuncions i prop de 55.000
infectats.
Malgrat el creixement en nombre de casos
confirmats de la malaltia, el president
brasiler, Jair Bolsonaro, un dels més
escèptics sobre la gravetat de la
Covid-19, insisteix que cal reobrir
l'economia del país per evitar que la
població "mori de fam":
"Està morint gent? Sí. Ho lamento? Ho
lamento. Però en morirà molta més si
l'economia continua sent destruïda per
aquestes mesures."
El president brasiler Jair Bolsonaro
s'ajusta, amb problemes, la mascareta
El president brasiler Jair Bolsonaro
s'ajusta, amb problemes, la mascareta
(Reuters/ Adriano Machado)
Els estats brasilers més rics i amb més
població, Sao Paulo i Rio de Janeiro,
volen endurir les restriccions de
circulació per intentar contenir els
contagis. Aquests estats estan a punt
del col·lapse sanitari: hi ha hospitals
sense llits per rebre més malalts,
falten respiradors i hi ha un tracte
desigual entre les regions i barris rics
i els més desafavorits.
El personal sanitari alerta que la
situació s'està descontrolant per falta
de mitjans i dels efectes que això
provoca tant per als malalts com per a
metges i infermers, que s'estan
contaminant.
Malalts de la Covid-19 a un hospital de
l'estat de Sao Paulo
Malalts de la Covid-19 en un hospital de
l'estat de Sao Paulo (Reuters/Rahel
Patrasso)
Però Bolsonaro, lluny d'escoltar les
reclamacions del personal sanitari, ha
carregat contra els governadors de Sao
Paulo i Rio de Janeiro, principals
promotors de les quarantenes des que, al
mes d'abril, una sentència del Tribunal
Suprem brasiler certificava l'autonomia
dels estats i municipis per decretar
mesures d'aïllament i distància
social.
Aquesta setmana, un decret governamental
inclou els gimnasos, els salons de
bellesa i les perruqueries com a
"serveis essencials" perquè continuïn
oberts i en funcionament malgrat
l'empitjorament de la crisi. Tant el
governador de Sao Paulo com el de Rio de
Janeiro han ignorat el decret
presidencial i han mantingut tancats
aquests establiments.
Dimissió del ministre de Salut
En plena crisi i en un gest que
evidencia les discrepàncies, el ministre
de Salut del Brasil, Nelson Teich, ha
anunciat la seva dimissió, tot just
abans de complir un mes en el càrrec.
Teich va prendre possessió el 17 d'abril
per substituir Luiz Henrique Mandetta,
que ja havia renunciat precisament per
les seves discrepàncies amb Bolsonaro.
Com Mandetta, Teich també havia
discrepat amb el president sobre les
mesures d'aïllament social. A més, el
ministre sortint no compartia les tesis
de Bolsonaro sobre l'ús de la cloroquina
per tractar el virus, o l'ampliació de
les activitats essencials.
El ministres dimitit de Salut del
Brasil, Nelson Teich
El ministres dimitit de Salut del
Brasil, Nelson Teich (EFE/Joédson
Alves)
Bolsonaro, negatiu en coronavirus
Una resolució del Tribunal Suprem ha fet
que el president brasiler publiqui els
resultats de tres tests de coronavirus
als quals s'ha sotmès. Tots tres han
donat un resultat negatiu.
L'estratègia que està seguint Bolsonaro
per fer front al coronavirus contrasta
amb la del seu homòleg argentí, Alberto
Fernández, que ha aconseguit contenir la
pandèmia prioritzant la salut malgrat la
recessió econòmica. Bolsonaro ha dit que
amb aquesta gestió del coronavirus,
l'Argentina "va camí del socialisme".
Sucesivos ataques del presidente ?el
último, la participación en una
manifestación golpista que enaltecía la
dictadura? contra la Constitución y los
otros dos Poderes envenenan el debate
político. ¿Cuál es el límite?
A nadie engaña Jair Bolsonaro, ese
mérito hay que reconocérselo. Nunca ha
ocultado sus intenciones y su agenda, ni
siquiera en la campaña electoral que le
llevó al poder. Eso está fuera de toda
discusión. La disputa es por conocer la
carga máxima que soportarán los
cimientos de la democracia brasileña. El
pasado domingo el presidente participó,
discurso incluido, en una manifestación
golpista en Brasilia que pedía el
regreso de la dictadura militar. ¿Cuál
es el límite?
"Estoy aquí porque creo en vosotros",
proclamó el ultraderechista ante los
manifestantes, movilizados en plena
pandemia. "Vosotros estáis aquí porque
creéis en Brasil". Las actitudes
cotidianas de Bolsonaro son tan
transparentes que levantan sospechas
sobre si, ante la escasez de alianzas
para sacar adelante la legislatura, se
está dedicando a forzar su propio
impeachment para, al menos, poder
vestirse de mártir.
En la manifestación golpista que apoyó
este fin de semana, durante la
celebración del Día del Ejército, sus
seguidores reclamaban la instauración de
un nuevo Acto Institucional número cinco
(AI5), el decreto más intransigente de
la dictadura militar que maniató a
Brasil entre 1964 y 1985. Aquel AI5
estuvo vigente entre 1968 –con el
general Artur da Costa e Silva como
precursor– hasta 1978, promoviendo,
entre otros puntos, el cierre del
Congreso Nacional y la suspensión de los
mandatos de los parlamentarios y los
derechos políticos de cualquier
ciudadano. Situando todo en su debido
contexto, la expresidenta Dilma Rousseff
fue apartada de su cargo hace ahora
cuatro años por supuesto pedaleo fiscal,
un maquillaje de cuentas a final de año.
¿Puede permitirse la democracia
brasileña que la ultraderecha campe a
sus anchas con semejante desparpajo?
Bolsonaro amaga con un golpe de
Estado
Bolsonaro amaga con un golpe de
Estado
En algo coincide los analistas: el
siguiente escalón dentro de las
hostilidades, el paso a la acción de la
ultraderecha, probablemente nunca
llegaría con la movilización de los
militares y con tanques en la calle
Los cálculos no son precisos. "Los
límites de la democracia están bien
establecidos en la Constitución
Federal", explica para Público Jurema
Werneck, directora ejecutiva de Amnistía
Internacional Brasil, aferrada a la
esperanza de ver cómo "las instituciones
públicas se siguen pronunciando, así
como todas las autoridades", defendiendo
"la preservación de la democracia y los
derechos humanos". La ecuación, sin
embargo, no le termina de cuadrar a
Werneck: "No sabría decir cuáles son las
razones del desvío de Bolsonaro de sus
funciones de guardián de la Constitución
y protector de la ciudadanía".
Los límites, según la diputada federal
Talíria Petrone (Partido Socialismo y
Libertad, PSOL), fueron sobrepasados
hace tiempo, concretamente "desde que
Bolsonaro asumió la presidencia de la
República". Queda evidente, en su
opinión, que "no tiene condiciones para
continuar al frente del Gobierno". Su
macabro curriculum, no en vano, deja
capítulos como "flirtear con milicianos
paramilitares, homenajear a torturadores
y exaltar la dictadura".
En algo coincide la mayoría de los
analistas: el siguiente escalón dentro
de las hostilidades, el paso a la acción
de la ultraderecha, probablemente nunca
llegaría con movilización de los
militares y con tanques en la calle. El
método actual es más virtual y sigiloso.
"Estamos viendo a nuestra democracia
pudrirse a cielo abierto", analiza para
Público el politólogo, periodista y
escritor Igor Natusch. "Vemos el cuerpo
agonizante de nuestra democracia. Pero
miramos hacia otro lado, hablamos de
otras cosas".
Bolsonaro y su ultraderecha empequeñecen
con la primera embestida de la covid-19
en Brasil
Bolsonaro y su ultraderecha empequeñecen
con la primera embestida de la covid-19
en Brasil
Mientras la población está ocupada con
otros quehaceres, ya sea sacar su vida
adelante a diario, o sobrevivir a una
pandemia, Bolsonaro maniobra para
cotejar la reacción popular. "Da dos
pasos hacia adelante y uno hacia atrás",
describe Natusch. "Fuerza un poco a las
instituciones democráticas, con su clara
intención de convertirse en autócrata,
pero las instituciones muestran
resistencia –normalmente en forma de
nota de rechazo–, y entonces él recula
en el discurso".
El Ministerio Público Federal ha instado
al Tribunal Supremo a que abra una
investigación para averiguar quiénes
están detrás de la organización y
financiación de estas manifestaciones
antidemocráticas
Bolsonaro pasa por encima de la sociedad
civil celebrando, como recalca Human
Rights Watch en el comunicado emitido
tras el reciente escándalo, "un régimen
que causó un sufrimiento indescriptible
a decenas de millares de brasileños, y
que resultó en 4.841 representantes
electos destituidos del sus cargos,
aproximadamente 2.000 personas
torturadas y por lo menos 434 personas
muertas o desaparecidas".
El trauma por el nuevo desafío del
presidente es tan grande en Brasil que
hasta el procurador general de la
República, Augusto Aras –nombrado a dedo
por Bolsonaro–, y el Ministerio Público
Federal, han instado al Tribunal Supremo
a que abra una investigación. Quieren
llegar al fondo de la cuestión y
averiguar quiénes están detrás de la
organización y financiación de estas
manifestaciones antidemocráticas.
"Cualquier atentado contra la democracia
afronta la Constitución y la Ley de
Seguridad Nacional", declaró el fiscal
general.
La posición del ejército brasileño,
clave en el presente y futuro
Lo que se puede esperar o no de la
posición del Ejército Brasileño es otra
de las grandes incógnitas de este
proceso de autodestrucción que la
política brasileña abrió hace un lustro.
"Tienen también el deber de defender y
proteger la Constitución, por lo cual
Amnistía Internacional no espera otra
cosa de ellos en este momento", asegura
confiada Jurema Werneck. Precisamente
eso es lo que promete la nota oficial
que publicó el ministro de defensa,
general Fernando Azevedo e Silva, tras
los sucesos de este domingo: "Las
Fuerzas Armadas trabajan con el
propósito de mantener la paz y la
estabilidad del país, siempre obedientes
a la Constitución Federal".
Mayor pesimismo desprenden las
impresiones de la diputada Talíria
Petrone: "El Ejército forma parte de la
estructura que da soporte a la política
nefasta del presidente", indica. "Por
más divergencias que puedan existir
entre uno u otro integrante, no hay duda
de que el Ejército Brasileño respalda la
postura antidemocrática de
Bolsonaro".
Los generales que ocupan los principales
ministerios han dado señales de estar
frenando a Bolsonaro
Hasta el momento, los generales que
ocupan los principales ministerios han
dado señales de estar frenando a
Bolsonaro en determinados episodios
comprometidos, como la escalada verbal
contra Venezuela, o la destitución del
ministro de sanidad , que retrasaron
mientras les fue posible. "Nos
equivocamos al analizar al Ejército como
un bloque monolítico", comenta el
analista Igor Natusch. "Se trata de un
bloque bastante heterogéneo". Las
posición de Bolsonaro, según Natusch
"causa disgusto en determinados grupos
del Ejército, sobre todo en las altas
esferas, aunque tenga muchos adeptos en
las medias esferas". Lo que parece
incuestionable es que se ha rodeado de
ellos "porque en el Congreso ya no tiene
muchos apoyos".
Todo vuelve, por lo tanto, al punto de
la escasez de alianzas para sacar
adelante la legislatura. Bolsonaro no es
popular ni en la Cámara Baja ni en la
Alta, ni mucho menos en el Tribunal
Supremo, pero en la calle aún conserva
aliento, y en las encuestas su nivel de
popularidad aún está por encima de los
peores datos de Dilma Rousseff en 2016.
El recambio de ambos, desde el sillón de
la vicepresidencia, es, a su vez,
bastante diferente. El de Rousseff fue
Michel Temer, y el Bolsonaro sería, en
caso de juicio político, el general
Hamilton Mourão, con el general Braga
Netto como mano derecha. Representaría,
sin lugar a dudas, un impacto más contra
los cimientos de la democracia
brasileña. Tal vez por eso el Poder
Legislativo y el Poder Judicial, por el
momento, intentan ignorar las
provocaciones.
Amb la cassolada més sorollosa que hi ha
hagut durant el confinament, barris de
classe mitjana de São Paulo i Rio de
Janeiro han contraprogramat la
destitució del ministre de Sanitat, el
traumatòleg Luiz Henrique Mandetta,
convertit les últimes setmanes en heroi
nacional per la defensa a ultrança del
confinament per frenar el coronavirus.
En paral·lel a les protestes, el
president Jair Bolsonaro anunciava el
nomenament de l’oncòleg Nelson Teich,
que, amb nul·la experiència en la gestió
pública, en les primeres declaracions ha
deixat clar que està “completament
alineat” amb els postulats del mandatari
ultra brasiler.
La sortida de Mandetta es donava per
feta des que diumenge, en el programa
nocturn de la Rede Globo, va criticar
amb una duresa inusitada la dualitat de
discursos d'un Bolsonaro que es passeja
sense protecció, aplega seguidors pels
comerços i brama per la fi del
confinament decretat pels governadors
dels estats.
Respecte científic i popular
Amb les compareixences diàries, el
ministre s’havia guanyat el respecte del
país amb les explicacions sensates i
pedagògiques en què alertava d’un
possible col·lapse sanitari, com ja ha
passat als estats de Ceará i l'Amazònia.
Mandetta era l’antítesi del Bolsonaro,
que exalta l’ús massiu de la cloroquina
com el fàrmac miracle contra el
covid-19. Mandetta deixa el càrrec sent
el ministre més popular, amb un 76%
d’aprovació, més del doble que el 33%
del president.
Aquestes dades van enfurismar tant
Bolsonaro com l’anomenat gabinet de
l’odi, que dirigeix el seu fill Carlos
des d’una sala al Palácio do Planalto,
on crea campanyes de difamació online.
“Alguns ministres se senten estrelles”,
avisava el president. L’aproximació de
Mandetta al governador de São Paulo, Jo
ã o Dória, enfrontat al líder ultra i
possible candidat de la dreta a les
eleccions del 2022, el va sentenciar.
El ministre rebel va marxar fent un
al·legat a favor del sistema de sanitat
pública i a favor de “la ciència” i amb
una victòria inapel·lable a les xarxes
socials, que és el camp de batalla
preferit del bolsonarisme, ja que el seu
tuit de comiat va obtenir, en un temps
rècord, 325.000 likes.
Mandetta, médico de profesión, ha sido
un firme defensor de las cuarentenas
como método para controlar la expansión
de la pandemia, mientras Bolsonaro ha
minimizado la situación
El diputado Luiz Henrique Mandetta ha
anunciado este jueves que ha sido
destituido del cargo de ministro de
Salud de Brasil por el presidente Jair
Bolsonaro, a quien intentó convencer sin
éxito de la gravedad de la pandemia de
COVID-19.
"Acabo de oír del presidente Jair
Bolsonaro el aviso de mi dimisión del
Ministerio de Salud. Quiero agradecer la
oportunidad que me fue dada", ha escrito
Mandetta en su perfil en la red Twitter
poco después de una reunión con el
mandatario.
La destitución de Mandetta, un firme
promotor de las cuarentenas adoptadas
por muchos gobiernos regionales para
impedir el avance del coronavirus, sigue
a un agravamiento de su relación con
Bolsonaro, quien ha minimizado los
efectos de la pandemia y sostenido que
el país "no puede parar", pues el
"pueblo precisa trabajar".
La salida de Mandetta ha sido decidida
en momentos considerados críticos y con
la pandemia de coronavirus en plena
expansión en el país, donde hasta ahora
se han registrado más de 1.700
fallecidos y y cerca de 30.000 casos y
se espera que el pico se alcance en
cuestión de unos treinta días.
Posición firme frente al virus y crítica
de Bolsonaro
Mandetta, médico de 55 años, ha ganado
una enorme popularidad gracias a la
firmeza de sus posiciones frente al
coronavirus, cuya gravedad no escondió
de los brasileños pese a la crítica
constante de Bolsonaro, quien en los
últimos días ya ni siquiera le
recibía.
En un sondeo difundido la semana pasada
por la firma Datafolha, la gestión de la
crisis del coronavirus hecha por
Mandetta tenía la aprobación del 76 % de
los brasileños. Por el contrario, apenas
un 33 % de las personas encuestadas dijo
apoyar las posiciones de Bolsonaro
frente a la crisis.
Según fuentes políticas, el mandatario
entró en una suerte de "guerra de egos"
con Mandetta, sobre quien llegó a decir
en forma pública que el cargo se le
había "subido a la cabeza" y que, como
ministro de su Gobierno, debía ser "más
humilde" y "escuchar más lo que dice el
presidente". También afirmó, en clara
referencia a Mandetta, que "algunos" de
sus ministros se habían convertido en
"estrellas" y que "hablaban hasta por
los codos".
Declaraciones de ese tenor tuvieron al
ahora exministro contra la pared durante
las últimas semanas, pero a pesar a las
presiones, Mandetta siempre dijo que no
tenía previsto renunciar.
"Un médico nunca abandona a un
paciente", declaró el pasado fin de
semana, aunque subrayó, como en otras
ocasiones, que el cargo de un ministro
"le pertenece al Presidente", que es
quien decide sobre la continuidad o no
de sus colaboradores.
Este jueves Bolsonaro decidió y se
especula que nombrará como nuevo
ministro de Salud al oncólogo Nelson
Teich, quien ha dedicado toda su vida
profesional al sector privado y no tiene
experiencia alguna en la gestión
pública.
Siempre dispuesto a romper los moldes,
el presidente de Brasil, el
ultraderechista Jair Bolsonaro ha
decidido oponerse públicamente a su
propia Administración en la lucha contra
la Covid-19. Mientras...
"Para enfrentar al coronavirus hay que
tener coronafe", ha dicho uno de los
obispos de las grandes inglesias que
siguen congregando a multitudes en
BrasilLa irresponsabilidad de Bolsonaro
frente al coronavirus puede salirle cara
El presidente brasileño se enfrenta a
los gobernadores de São Paulo y RÃo de
Janeiro entre crecientes caceroladas por
su gestión de la crisis del coronavirus
https://elpais.com/internacional/2020-03
-23/bolsonaro-en-pie-de-guerra-politica.
html
L'expresident brasiler Luiz Inácio Lula
da Silva, de 74 anys, ha sortit aquest
divendres de la presó de Curitiba,
després de més d'un any i mig per dues
condemnes per corrupció que sumen més de
20 anys de presó, segons una recent
decisió del Tribunal Suprem que li
permet esperar en llibertat una
sentència ferma de tots dos
processos.
Lula, empresonat des d'abril de 2018, ha
sortit de la Superintendència de la
Policia Federal de Curitiba enmig d'un
bany de multituds que l'aclamaven.
Luiz Inácio Lula da Silva:
"Han intentat criminalitzar
l'esquerra."
La seva excarceració no significa que
hagi estat exonerat, sinó que esperarà
en llibertat a esgotar les vies de
recurs en les dues condemnes que ha
rebut fins ara i que podrien augmentar,
ja que ha estat imputat en cinc casos
més i té tres denúncies pendents.
Lula va ser condemnat al juliol de 2017
a nou anys i mig de presó per acceptar
un tríplex de luxe com a pagament als
favors polítics que va fer a la
constructora OAS. Després, la pena es va
canviar, primer a dotze anys i un mes i
finalment a vuit anys i deu mesos.
El mes de febrer passat, l'antic
dirigent sindical va rebre una segona
condemna per corrupció. Aquesta vegada,
a dotze anys i onze mesos de presó per
les reformes que les constructores OAS i
Odebrecht van fer en una propietat rural
atribuïda a Lula en Atibaia, a Sao
Paulo, també com a pagament als seus
favors polítics.
L’estancament econòmic, la pujada de
l’atur i de la pobresa i la congelació
de la inversió pública des del 2016, per
la degradació fiscal, han aguditzat un
dels mals endèmics del Brasil: la
desigualtat de renda, que ara es troba
en límits històrics. El segon trimestre
del 2019 es van complir quatre anys i
tres mesos des que la desigualtat
d’ingressos entre rics i pobres creix
ininterrompudament. És el cicle més
extens i més important mai registrat al
gegant sud-americà, segons les dades de
l’estudi Escalada da desigualdade, de la
universitat FGV.
Des del 2014 fins a finals de juny, els
ingressos de la meitat més pobra del
país van caure un 17,1%, mentre que la
renda de l’1% amb més diners de la
població, que representa els superrics,
va pujar un 10,11%. Per la seva banda,
la de la classe mitjana (el 40% dels
brasilers) va minvar un 4,16%. Les dades
oficials indiquen una acceleració de la
bretxa salarial a partir del 2016,
coincidint amb l’ impeachment de Dilma
Rousseff (Partit dels Treballadors),
l’inici del govern de Michel Temer i el
gir neoliberal, reflectit en l’aprovació
d’un sostre de despesa pública durant 20
anys i una reforma laboral inspirada en
els motlles de l’espanyola. L’índex
Gini, que mesura la concentració de la
renda, es va enfilar el juny del 2019
fins al 0,6291 (0 és la situació ideal i
1 la màxima desigualtat), el més alt a
Sud-amèrica per davant de Colòmbia i
Xile. De fet, el Brasil és la democràcia
amb economia de mercat més desigual del
planeta.
La tendència s’ha mantingut en l’inici
del govern de l’ultradretà Jair
Bolsonaro, que segueix les indicacions
del seu ministre d’Economia, Paolo
Guedes, deixeble de l’Escola de Chicago
que va treballar per a la dictadura
d’Augusto Pinochet. El Congrés i el
Senat, de majoria conservadora, acaben
d’aprovar el nou sistema de pensions,
amb el qual es preveu un estalvi públic
d’uns 180.000 milions d’euros en la
pròxima dècada. El nou capítol de les
reformes governamentals és la
tributària, que pretén unificar impostos
per afavorir la dinamització de les
inversions. Cosir econòmicament i
socialment el país no és cap prioritat
per a Bolsonaro, que es nega a parlar de
classes socials i retalla,
principalment, en educació i sanitat.
Més de 15 milions de pobres
De tota la renda del país, un 43,1% està
concentrada en mans del 10% de la
població més rica, que representen 20
milions de persones d’un país
continental amb una població estimada de
210 milions d’habitants. Las dades
oficials del 2018, que ara s’han fet
públiques, assenyalen que l’1% més ric
ingressa mensualment 34 vegades més que
la meitat de la població més pobra: o
sigui una mitjana de 27.744 reals (uns
6.165 euros) per 820 reals (uns 182
euros).
Aquesta disparitat es veu reforçada per
una tendència antagònica: els rendiments
de l’1% més ric van créixer l’any passat
un 8,4%, mentre que per al 5% dels més
pobres es van encongir un 3,2%, d’una
renda mensual de 153 reals (només 34
euros), molt allunyada del llavors
salari mínim de 958 reals (uns 212
euros). De fet, la pobresa extrema
segueix en expansió i inclou 15,8
milions de brasilers, que necessitarien
nou generacions per arribar a la renda
mitjana nacional.
Futur pessimista
Economistes coincideixen que les classes
més desafavorides són les principals
víctimes d’una crisi econòmica que
s’allarga des de fa 6 anys i que va
tocar sostre entre el 2014 i el 2016,
quan el PIB es va encongir prop d’un 7%.
L’ortodòxia liberal dels executius de
Temer i Bolsonaro no obté els resultats
desitjats i el país no acaba
d’enlairar-se: per tercer any consecutiu
l’expansió del PIB serà del voltant de
l’1%. L’atur, després d’una lleu
millora, és de l’11,8% i afecta 12,6
milions de brasilers, la gran majoria
amb molt pocs estudis. La població
subutilitzada al mercat laboral, que
inclou aturats i subocupats per
insuficiència horària i força de treball
que no busquen feina, ha batut un rècord
i ha arribat fins a 28,4 milions de
brasilers, un augment del 3,9% en
l’últim trimestre.
De cara als pròxims mesos no hi ha cap
indicador que assenyali un canvi de
tendència per a un país que seguirà
ampliant la distància entre rics i
pobres i on la classe mitjana, que
majoritàriament va votar Bolsonaro,
segueix minvant en un degoteig imparable
cap a la pobresa.
Exembajadores denuncian que el líder de
extrema derecha se ha acercado a
ultranacionalistas, ha irritado a China,
ha enfurecido a sus socios de Oriente
Medio y ha dilapidado la posición del
país como líder de la lucha contra el
cambio climático"Nuestra política
exterior actual ha hecho retroceder a
Brasil a una época en que Brasil ni
siquiera existía: la Edad Media",
lamenta Roberto Abdenur, exembajador de
Brasil en China, Alemania y Estados
Unidos
La difusió de converses entre el
magistrat i la fiscalia comprometen
l?ara ministre de Bolsonaro
https://www.ara.cat/internacional/invest
igacio-periodistica-questiona-imparciali
tat-jutge-Lula-Lava-Jato_0_2249775094.ht
ml
La teoria conspiratòria de l’esquerra
brasilera que la macroinvestigació de
corrupció, coneguda com a operació Lava
Jato, tenia com a principal objectiu
evitar que Lula da Silva participés en
les presidencials del 2018 ha guanyat
ara un argument de pes. Una investigació
periodística de The Intercept ha revelat
converses de Telegram durant tres anys,
del 2015 al 2018, entre el fiscal Deltan
Dallagnol i el jutge Sérgio Moro, que va
instruir la primera fase de l’operació
Lava Jato des del seu inici, el 2013, i
va condemnar, entre d’altres, Lula da
Silva. El material difós posa en dubte
la parcialitat del magistrat, ara
ministre de Justícia amb Jair
Bolsonaro.
Bolsonaro farà ministre de Justícia el
jutge que va empresonar Lula
Bolsonaro farà ministre de Justícia el
jutge que va empresonar Lula
Les filtracions són un autèntic
Brasilgate, un terratrèmol
jurídico-polític de conseqüències ara
mateix incalculables, que poden fer
replantejar, per part del Suprem,
condemnes de desenes de polítics, com
Lula da Silva, empresonat des de l’abril
del 2018. El cas, igualment, pot
escurçar la carrera política de Moro,
que és el ministre més ben valorat del
govern d’extrema dreta.
L’actuació coordinada que reflecteixen
les filtracions entre el jutge i la
fiscalia, més enllà de les audiències i
les interlocutòries, contradiu el
principi d’imparcialitat del magistrat i
dinamita la narrativa dels autors de la
Lava Jato que l’operació no té cap biaix
ideològic. La Constitució brasilera, a
diferència de l’espanyola, estableix que
el magistrat instructor també farà el
judici, per això li prohibeix que
col·labori amb la fiscalia, per evitar
la indefensió de l’acusat. Les converses
ara publicades mostren com Moro passa
diverses proves al fiscal (una de clau,
sobre la qual es va fonamentar
l’acusació que Lula va rebre un
apartament de la constructora OAS),
l’orienta i influeix en el ritme, el
contingut i l’ordre de les
acusacions.
En el xat entre els fiscals es parla de
“resar perquè el Partit dels
Treballadors no torni al govern” i
d’intentar tergiversar la decisió del
Suprem, que va permetre a Folha de S.
Paulo entrevistar Lula empresonat,
perquè “una roda de premsa abans de la
segona volta pot ajudar Fernando Haddad
[candidat del Partit dels
Treballadors]”. La defensa de Lula da
Silva ja ha demanat la seva immediata
posada en llibertat adduint que el
procés que el va condemnar està
“corromput”. “Podem estar davant de
l’escàndol institucional més important
de la història de la República”, va dir,
per la seva banda, Fernando Haddad.
Dilma Rousseff
@dilmabr
As revelações do @TheInterceptBr deixam
explícitas as relações ilegais e
espúrias entre o Juiz Sérgio Moro e os
Procuradores da Lava Jato com destaque
p/ Deltan Dalagnol. Uma fraude jurídica
construída p/ condenar Lula sem crime e
sem provas e impedir sua eleição para
Presidente
22,8m
20:58 - 9 de juny de 2019
Informació i privacitat dels Anuncis del
Twitter
6.534 persones estan parlant sobre
això
Tot i que Moro treu ferro al contingut
divulgat -“No hi ha res de l’altre món”,
assegura-, ahir a Brasília ja es donava
per fet que el Congrés instauraria una
comissió d’investigació i que l’onada
expansiva de la crisi afectarà
l’aprovació del seu pla contra el crim
organitzat. Qui va defensar a capa i
espasa l’exmagistrat són els tres fills
de Bolsonaro, que conformen un nucli
radicalitzat que critica “la invasió
il·legal” de la privacitat de l’ara
ministre.
La crisi tindrà nous capítols. The
Intercept anuncia que hi haurà noves
filtracions. El Brasilgate el signa
Glenn Greenwald, que el 2013 va revelar
les informacions d’Edward Snowden sobre
els programes de vigilància massiva de
l’NSA.
Almenys 10 persones han mort en el
tiroteig que hi ha hagut aquest dimecres
en una escola de la localitat brasilera
de Suzano, a l'àrea metropolitana de Sao
Paulo.
Segons la policia, els autors de l'atac
són dos nois que han entrat al centre
encaputxats i armats amb una pistola,
una ballesta i una destral. Després de
cometre la massacre s'han suïcidat.
Cinc alumnes i un treballador del centre
han mort a la mateixa escola. Dues
víctimes més han mort a l'hospital on
els havien traslladat en estat greu. Deu
persones més han quedat ferides
La policia ha confirmat que els
assaltants són dos joves, un de 17 anys
i un de 25, que havien estudiat en
aquesta escola.
Els mateixos alumnes han difós imatges
de l'atac on es veuen els cossos inerts
de diverses víctimes enmig de bassals de
sang mentre els seus companys passen
corrent pel costat intentar fugir dels
agressors.
La campaña electoral arranca en Brasil
con la estrategia del Partido de los
Trabajadores intacta –el expresidente
será candidato hasta que el Tribunal
Electoral le aparte– y las encuestas
igualadas
'expresident brasiler Luis Inácio Lula
da Silva ha ingressat aquesta nit a la
presó de la ciutat de Curitiba per
complir una pena de dotze anys per
corrupció i blanqueig de capitals pel
cas Petrobras.
Lula ha arribat a Curitiba en avió,
procedent de Sao Paulo, on aquest
dissabte finalment es va lliurar a la
policia federal en compliment de l'ordre
de detenció dictada pel jutge federal
Sérgio Moro.
L'ingrés a la presó de Lula ha anat
acompanyat de disturbis, amb almenys una
desena de ferits en els enfrontaments
entre la policia i els seguidors de
l'expresident. Centenars de
simpatitzants i detractors s'han
manifestat per expressar el rebuig o la
satisfacció per l'empresonament.
Hores abans d'entregar-se a la policia,
a Sao Paulo, Lula s'acomiadava dels seus
en un acte de masses al carrer. Allà,
amb vehemència i amb la veu trencada,
tornava a proclamar la seva
innocència.
Figura emblemàtica de l'esquerra
llatinoamericana, Lula da Silva, que va
governar el Brasil del 2003 al 2011, es
considera víctima d'un judici polític i
denuncia que el seu empresonament és una
maniobra per apartar-lo de les eleccions
presidencials de l'octubre, just quan
les enquestes el situen com a guanyador.
Grupos de detractores y afines al
expresidente de Brasil se manifiestan en
Curitiba, en las inmediaciones donde
Lula fue encarcelado y en otras ciudades
del país como Sao Paulo, Brasilia o San
bernardo do Campo. Nueve personas,
resultaron heridas, entre ellas una niña
y un policía.
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