S'han tancat els tradicionals mercats de
Nadal, s'ha cancel·lat el partit de
futbol del Bayern de Múnic i es demana a
la població que no surti de casa si no
és imprescindible
https://www.ccma.cat/324/suspesos-tots-e
ls-vols-a-laeroport-de-munic-per-una-nev
ada-que-collapsa-part-dalemanya/noticia/
3264474/ Més info
Cada año en Munich por estas fechas,
explotaba la fiesta. De no haber sido
por el coronavirus, la semana pasada
habría arrancado el Oktoberfest, el
célebre festival bávaro de la cerveza,
que en sus...
https://www.lavanguardia.com/economia/20
200926/483570311490/anoranza-oktoberfest
-crisis-coronavirus-cancelacion.html Més info
Munic és la capital del Bundesland de
Baviera i la tercera ciutat més gran
d?Alemanya, després de Berlín i Hamburg,
amb més d?un milió d?habitants. Però,
quins són els seus atractius turístics?
El Casal Català de Munic ha programat
una doble activitat -un
https://exterior.cat/noticies/el-casal-c
atala-de-munic-ofereix-un-tour-guiat-en-
catala-per-a-descobrir-la-ciutat/ Més info
Foto: Els integrants del Casal Català de
Munic, en la darrera assemblea El curs
2020-21 ha començat amb bon peu a Munic.
El Casal Català ha presentat el nou
redisseny del web que destaca per una
versió actualitzada. Una de les
principals
https://exterior.cat/noticies/el-casal-c
atala-de-munic-estrena-nou-web-i-promou-
cursos-de-catala/ Més info
La caÃda de la empresa de pagos
electrónicos Wirecard tras destaparse
un agujero de 1.900 millones desata un
debate sobre el cuestionable papel los
supervisores y reguladores nacionales
“Un completo desastre”. Las palabras
elegidas por el supervisor financiero
alemán podían hacer pensar en una
catástrofe sobrevenida, impredecible y
repentina. Pero el megaescándalo de
Wirecard, la admirada empresa de pagos
digitales que se ha derrumbado esta
semana tras admitir un agujero contable
de 1.900 millones de euros, ha sido una
hecatombe financiera muy anunciada. Para
quien quisiera oír.
Wirecard se declaró el jueves en
suspensión de pagos y Markus Braun, su
consejero delegado durante el escándalo,
se entregó tres días antes en Múnich. La
Fiscalía acusa a la firma de pagos
electrónicos de falsear el balance con
el objetivo de hacer la empresa más
atractiva a ojos de los inversores y
clientes. El dinero, supuestamente
alojado en entidades filipinas, se
evaporó.
Los sistemas de alarma, encabezados por
BaFin, el supervisor alemán, han fallado
consistentemente. Las insistentes
revelaciones de denunciantes anónimos y
la exposición del fraude en la prensa
desde hace más de un año no dieron paso
en Alemania a la acción en contra de la
estrella del capitalismo digital. Miles
de accionistas, acreedores y empleados
se ven ahora afectados por la debacle
financiera, pero el caso Wirecard
trasciende con creces a la compañía y
reverbera por todo el gran sistema
financiero continental, en el que llueve
sobre empapado. El engaño masivo de
Volkswagen con el dieselgate y los
escándalos encadenados del Deutsche
Bank, dos estandartes del tejido
empresarial y financiero alemán y ahora
Wirecard, sumen a la economía alemana,
pese a su fortaleza, en una cierta
crisis de identidad.
En este contexto de autoestima alicaída
aterrizaron las acusaciones contra
Wirecard, que había despuntado como un
producto de éxito made in Germany. No
era además una empresa cualquiera. Era
una compañía de pagos online, ligada a
la economía digital y por lo tanto
prometedora frente a la vieja economía
industrial alemana, pendiente de
reestructuración en sectores cruciales
como el automóvil o la anquilosada banca
tradicional. Permitir pagos seguros
online a todo tipo de empresas, desde el
ordenador, el teléfono, el reloj o el
iris, si hacía falta, era su misión. El
glamour de la start-up bávara, crecida
al calor del boom del comercio
electrónico, pero sobre todo la
complejidad de sus actividades dentro y
fuera de la Unión Europea contribuyeron
a nublar la vista de los supervisores,
según coinciden diversos analistas.
El ministro de Finanzas, Olaf Scholz,
considera el caso Wirecard “un escándalo
sin precedentes”, que debe ejercer de
“señal de alarma, que demuestre que
necesitamos más controles”, también para
“estructuras empresariales
internacionales complejas como
Wirecard”. El ministro socialdemócrata
defendió al supervisor financiero
alemán, que estos días está en el ojo
del huracán, por considerar que
“trabajaron duro e hicieron su trabajo”,
pero a la vez adelantó que la caída en
desgracia de Wirecard tendrá
consecuencias de largo alcance. “Tenemos
que repensar nuestras estructuras de
supervisión”, dijo Scholz. El propio
Felix Hufeld, al frente de BaFin
reconoció los errores el lunes. “Un
completo desastre”, dijo. “No hemos sido
lo suficientemente efectivos para
prevenir que algo así pasase”.
“Es un absoluto desastre para la
Alemania empresarial. No recuerdo nada
similar en los últimos 40 años. El
impacto va a ser enorme”, vaticina Bernd
Ziesemer, exdirector del diario
económico alemán Handelsblatt y
prestigioso analista. “Las autoridades
que tenían que supervisar fallaron”,
añade. La complejidad de la estructura
empresarial y del modelo de negocio hizo
que para muchos de los que tenían que
tratar con Wirecard fuera muy difícil
comprender de qué se trataba. “Tal vez
decidieron confiar en Wirecard, porque
sentían que era demasiado grande como
para caer”, interpreta Ziesemer.
“El supervisor se preocupó más por la
estabilidad del sistema financiero que
por los inversores. Cundía la sensación
de que todo era una conspiración de los
británicos para derribar una empresa
exitosa, pero fue un error alinearse con
la empresa y no investigar a fondo las
acusaciones”, sostiene Jan Krahnen,
director del Instituto Leibniz de
investigación financiera (SAFE) de
Fráncfort. “Esta empresa es un nuevo
tipo de animal, complejo. La cuestión es
si hay voluntad para aprender y
desentrañar esta nueva realidad”,
añade.
Los avisos de que algo olía muy mal en
la empresa de las afueras de Múnich han
sido sonoros a lo largo de los meses.
Fue hace más de un año cuando BaFin
recibió el chivatazo de un informante de
que algo no iba bien en las fiduciarias
asiáticas de Wirecard. En enero de 2019,
el Financial Times publicó el escándalo
del fraude contable en la rama del
negocio en Asia, después de ser
contactado por un informante anónimo
provocando la incredulidad del
establishment germano.
Wirecard negó las acusaciones en todo
momento y acusó a los británicos de
connivencia con movimientos
especulativos en los mercados que se
agitaron tras la publicación de las
acusaciones. BaFin comenzó a investigar,
pero también se hizo eco de las
alegaciones de la empresa y acusó al
diario británico de manipular los
mercados. Es entonces cuando impone una
prohibición de dos meses para ventas en
corto, en teoría para garantizar la
integridad del mercado y frenar los
movimientos especulativos contra los que
alertaba Wirecard. 18 meses después, los
auditores se negaron a firmar el balance
de 2019 y la propia Wirecard se veía
obligada a dar la razón a los británicos
y admitía la madrugada del lunes en un
comunicado que los pagos “probablemente
no existen en la gran mayoría de los
casos”.
“BaFin ha fallado completamente con
Wirecard, pero no me sorprende. Sucede
después de una serie de escándalos en
los que BaFin actuó mal y tarde, de
manera muy formalista fijándose en
asuntos menores, pero sin ser capaz de
ver lo que ocurría. Wirecard ha crecido
enormemente y BaFin lo ha analizado
principalmente desde el prisma bancario.
Han fracasado a la hora de entender la
importancia de la empresa como un
conglomerado global”, sostiene el
economista Gerhard Schick, exdiputado de
los Verdes y ahora al frente de Finance
Watch Deutschland.
Schick explica que más de la mitad de la
actividad de Wirecard se desarrolla
fuera la UE. “Hay que comprender la
importancia de las adquisiciones de
terceros, su colaboración con otros
actores locales. Eso también hay que
controlarlo. Alguien tiene que ser capaz
de comprender todo el sistema de negocio
y BaFin no lo hizo”, añade. Tampoco en
2018, cuando Wirecard entró por primera
vez en el prestigioso DAX de
Fráncfort.
Este economista añade otro elemento. “El
gran cambio de los auditores que se
suponía que se iba a acometer tras la
crisis financiera en 2009 no se ha
hecho. El modelo de negocio no ha
cambiado”. EY, que desde hace año
auditaba a la empresa, rechazó
finalmente certificar las cuentas de
2019 y denunció “indicios claros” de “un
fraude sofisticado que implica a varios
actores por todo el mundo”, dijo en un
comunicado.
Ziesemer habla de cambios pendientes.
“La estructura del BaFin y del
Bundesbank están atrasadas. Hay muchas
autoridades, pero cada una es
responsable de una parte, pero nadie es
responsable de la empresa en su
conjunto. BaFin se encarga de la parte
bancaria, pero después hay instituciones
burocráticas regionales que son
responsables de otras partes del negocio
y que no comprendían qué sucede de forma
global”. Krahnen habla sin embargo
también de oportunidad. “Es la ocasión
de que discutamos abiertamente la
integración del mercado de capitales en
la UE y de un supervisor único europeo
con poder ejecutivo y capacidad de
garantizar la integridad del
mercado”.
Un visionario digital
El austriaco Markus Braun dirigía desde
hace 18 años la empresa creada en 1999 y
que cuenta con 6.000 trabajadores. La
caída de Mr. Wirecard, como se le
conocía, ha sido estrepitosa. Cuando el
visionario vienés, conocido por sus
jerseys de cuello vuelto a lo Steve
Jobs, aterrizó en la compañía, esta se
parecía poco al gigante actual. Era
pequeña y proporcionaba medios de pago a
páginas de juego y de porno. En 2018 sin
embargo, Wirecard entraba en el
prestigioso Dax de las 30 grandes,
desplazando al Commerzbank.
El rutilante empresario, mago de las
finanzas digitales, se presentó el lunes
a la policía en Múnich, después de que
se hubiera emitido una orden de
detención en su contra. Horas después se
decretaba la libertad bajo fianza de
cinco millones de euros. La Fiscalía de
Múnich consideró en un comunicado que el
acusado infló el balance de la empresa y
el volumen de ventas de Wirecard,
probablemente en cooperación con otras
personas. En definitiva, acusaban a
Braun, el hombre que una vez dijo que
aspiraba a “hacer los pagos invisibles”,
de cumplir su objetivo, según recuerda
ahora con ironía la prensa alemana.
Si algu estarà per HAMBURG del dia 2
d'agost, s'inaugura la VII
INTERNATIONALEN BIENNAL HAMBURG amb el
tema "Umwelt im Ökologiediskurs:
Artevielfalt", on m'han seleccionat una
obra.
L'exposició es podrà veure fins el 28 de
setembre.
La peça que he presentat, és el resultat
del treball que vaig fer el 2012 sobre
"Els sons de l'Englischer Garten" a
Munic, on vaig enregistrar diferents
sons naturals barrejats amb els sons
dels cotxes que passaven per el cinturó
que passa pel costat del jardí, que
próperament es cobrirà per a poder
escoltar els sons realment naturals dels
ocells que hi viuen, les persones que hi
passegen i dels nostres propis
pensaments.
Atenció, tot i que els anuncis del tauler son postejats per membres registrats de la web, Catalansalmon NO certifica ni comprova que siguin autèntics o actualitzats, i per tant NO es fa responsable, no fotem :)